¡Así es, amigos! ¡Estoy de vuelta! *aplausos*. Lamento mucho mi... ¿cómo decirlo sutilmente?... ¿ABSOLUTA DESAPARICIÓN del blog por mucho tiempo? Sí, creo que no hay eufemismo más acertado para lo que ocurrió conmigo el pasado mes. Imagino que, al leerme, esperarán que les explique por qué me fui así, tan de repente y sin dejar rastro. Pues amigos, esperen sentados, porque no lo haré. Aunque puedo asegurarles que no volveré a desaparecer, cuando menos no por tanto tiempo, y que me leerán más seguido de lo que creen, pero bueno, aquí no estamos para averiguar sobre mi vida privada, estamos para averiguar sobre la vida privada de cualquier persona remotamente relacionada con el mundo de Harry Potter. Y, ¿quién mejor para cumplir ese papel, entonces, que J. K. Rowling? Y si el nombre no le suena, amigo mío, se equivocó de blog.

Hoy hablaremos acerca de "Las aventuras de Willy el mago" y de cómo los hijos de su autor (Adrian Jacobs, muerto en 1997) continúan la demanda que presentó su padre contra la madre literal del Niño que Vivió. Según alega el abogado de los herederos, Mark Markson (bastante originales los papás del niño, ¿de dónde habrán sacado su nombre?), la mujer usó narraciones e ideas del libro de Jacobs y los usó mientras escribía "Harry Potter y el Cáliz de Fuego". Además de eso, se estima que la demanda rondará los 1000 millones de dólares... ¿Más o menos? Señores, ¡por favor! ¡Hasta Buckbeak sabe que eso es mucho dinero!

Bueno, nuestra querida Rowling también ha hablado de lo que pasó, afirmando que ella jamás había escuchado hablar del autor ni de sus libros y que, obviamente, no utilizó dicho material mientras escribía el cuarto libro de la saga.

Por ahora, los dejo con la siguiente interrogante. Si los libros de Harry Potter realmente fuesen plagiados... ¿Haría eso que los libros fuesen malos? ¿Haría que los libros de los que se extrajo la información fuesen mejores? Lo dejaré a modo de encuesta. Respóndanme, y en mi próxima entrada discutiremos lo que ustedes piensan acerca de este caso. Y, antes de despedirme, ¡los dejaré con un dibujo que yo mismo hice hace 5 minutos!