J.K Rowling y Las Quimeras: ¿Qué se esconde tras las Criaturas Mágicas?
Posted on 2.1.10 by Tudan I.
¡Saludos Lectores! Mi nombre es Daniel Potter y partir de este momento formaré parte del grupo de Reporteros del Club de Fans de Harry Potter Venezuela, aquí les dejo el primero de los que serán muchos artículos de interés pottérico. Espero sus comentarios y sugerencias.
“La quimera es un extraño monstruo griego con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón. Malvada y sedienta de sangre, es terriblemente peligrosa” Así lo indica el célebre autor mágico Artemis Fido Scamander en su best seller «Animales Fantásticos y dónde encontrarlos» Para los fans de Harry Potter, no es extraño escuchar el término «Quimera», resulta curioso ver la facilidad con la que Rowling incluye ciertos y determinados elementos de la mitología a lo largo de la saga.
¿Cómo olvidar a Fluffy (el perro del infierno, conocido como Cerberos), el Ave Fénix, el Basilisco, el Hipogrifo y la Esfinge? Todos animales mitológicos, está claro que la autora posee enormes conocimientos con respecto al tema, no obstante, la sapiencia de Jo no concluye ahí, su mente prodigiosa le permitió crear sus propios animales fantásticos, al mejor estilo de los animales mencionados. Pero, ¿qué relación tiene la quimera con la historia del joven mago y su autora? Muy poca la verdad. Rowling no acostumbra dejar cables sueltos, por lo que nos lleva a analizar los posibles motivos para hacer mención. Artemis Fido Scamander sigue diciendo: “Hay un solo caso conocido de alguien que pudiera matar a una quimera, y el desafortunado mago que lo logró cayó de su caballo alado poco después, agotado por el esfuerzo, y murió” Scamander (o mejor dicho Rowling) se refiere a Belerofonte, héroe de la mitología griega, cuyas mayores hazañas fueron matar a la Quimera y domar al caballo alado Pegaso con la ayuda de una brida que le dio la diosa Atenea. En la saga sólo un personaje logró salir —vivo— de las fauces de la Quimera. Elphias Doge, quien como recordarán hizo mención del hecho en su nota necrológica, tras la muerte de Albus Dumbledore: “A pesar de todo yo me carteaba con él y le describía, quizá con escaso tacto, las maravillas de mi viaje, desde cómo casi me salvé de las «quimeras» en Grecia, hasta los experimentos de los alquimistas egipcios”.
Veamos la historia original. Cuando Belerofonte involuntariamente mató a su hermano, abandonó Corinto en exilio voluntario y se dirigió como suplicante, para purificarse, a la ciudad de Tirinto, a la corte del rey Preto. El rey Preto acogió bondadosamente a Belerofonte como huésped. La esposa del rey Preto, Estenebea, se enamoró a primera vista de Belerofonte, por lo que le realizó diversas propuestas indecorosas que Belerofonte rechazó. Estenebea, ofendida, lo acusa falsamente de intentar seducirla por la fuerza. El rey de Tirinto se pone furioso, encarga a Belerofonte llevar una carta sellada a su suegro el rey Iobates (o Yóbates) de Licia, padre de Estenebea. El rey Iobates abre la carta que le entregara su huésped. Ésta decía: «Ruego a usted eliminar de la faz de la tierra al portador de esta carta, quien ha tratado de abusar de su hija, mi esposa» Iobates también se mostró contrario a infringir las leyes de la hospitalidad, por lo que le pareció mejor encargarle un servicio imposible de conseguir: matar a la Quimera. La fiera asolaba los fértiles campos y devoraba personas y animales, se le atribuía un aliento de fuego y se decía que vivía en Licia, región meridional de Asia Menor, donde causaba estragos. Antes de emprender esta difícil tarea, Belerofonte consultó al adivino Poliido, quien le aconsejó capturar al caballo alado Pegaso y La diosa Atenea entregó a Belerofonte una brida de oro para domarlo, y que Belerofonte colocó sobre su cabeza montó a Pegaso y volando sobre la Quimera, introduce la punta de su lanza en las fauces de la Quimera, cuyo aliento de fuego funde la punta de plomo. Éste escurre por la garganta de la Quimera, quemando los órganos vitales y de esta manera Belerofonte logra vencerla.
El orgullo de Belerofonte le llevó a compararse con los dioses y por esto quiso llegar al Monte Olimpo montado sobre su fiel Pegaso. Sin embargo, el dios Zeus castigó la impertinencia del héroe mandando un insignificante mosquito a confrontarle. Este mosquito clavó su aguijón en los riñones de Pegaso por lo que logró enfurecerlo. Belerofonte no pudo tranquilizar al caballo y esto provocó que su jinete perdiera el equilibrio y se precipitase al vacío.
Rowling seguramente conocía de cabo a rabo la historia y no dudó al mostrar ínfimos indicios en Las reliquias de la muerte, anticipándonos lo que sucedería más tarde en la Sala de los Menesteres, durante el incidente del Fuego Maligno, que adoptaría la forma de quimeras, dragones y serpientes. Aunque no montaron caballos alados sino escobas, Harry, Ron, Hermione, Draco y Goyle lograron salir ilesos del apuro, no así el desdichado Crabbe, quien murió a causa del hechizo convocado por él mismo.
Es difícil afirmar que los hechos, se concibieran con antelación por JK, tal vez las menciones de la Quimera en el último libro de la saga sean meras coincidencias, sin embargo, tal como relata el buen Elphias, los chicos logran escapar de fauces de la Quimera por poco. Es cierto que se desconocen las circunstancias en las que el propio Doge escapó de la fiera, no se menciona si la mató o simplemente huyó abusando de su buena suerte, por lo que no debe descartarse la posibilidad de que matara al animal. Las quimeras se han incluido en un sinfín de textos literarios y su valor mitológico se ha ido incrementado con el pasar de los siglos. ¿Por qué los mitos resultan indelebles? Los autores del mundo han plasmado en sus libros, una diversa cantidad de mitos, en muchos casos transformándolos sin cambiar su esencia. La mismísima Rowling ha hecho gala de un grupo variopinto de elementos míticos (dragones, gnomos, hadas), que han servido para enriquecer el Universo Pottérico.
El término quimera o quimérico se usa a menudo como paradigma de lo fantasioso, sobre todo si es favorable: lo utópico. En contextos técnicos, se usa metafóricamente para describir cosas que tienen atributos combinados procedentes de fuentes diferentes. Se podría decir que en su momento, Harry Potter fue una quimera, algo que sólo sobrevivía en el genio de JK como una fantasía. Se asemeja también a los sueños, el testimonio de Rowling, nos incita a seguir nuestros sueños por sobre todas las cosas y vencer —como Belerofonte— las quimeras (también homónimas a los paradigmas) de nuestras vidas. El alma mater de los mitos está en Grecia.
En la herencia griega recibida por occidente, el Mito o mythos siempre ha estado en conflicto con la Razón o Logos, que significaba el modo analítico y racional de llegar a una visión verdadera de la Realidad. Los filósofos griegos Jenófanes, Platón y Aristóteles, por ejemplo, exaltaron la Razón e hicieron críticas cáusticas del mito como una supuesta manera de conocer la Realidad.
La mitología griega ha impregnado la cultura occidental. Por eso, acercarse a ella siempre es investigar y descubrir algo de nuestro pasado, de nuestro inconsciente colectivo. Los autores no sólo pretenden vender sus obras a expensas de la adherencia de mitos, buscan a través de pequeñas señales e indicios despertar el “Investigador” que llevamos dentro. La experiencia de los fanáticos de Harry Potter es constancia de ello; aprendimos a leer, y a su vez aprendimos a atravesar los horizontes literarios de la actualidad, sin estancamientos ni prejuicios. El legado de Rowling no culmina en la historia más fenomenal del mundo, el verdadero regalo de Jo es el habernos sacado de las oscuras tinieblas del modernismo y la globalización donde sólo leemos por necesidades académicas o de necesaria investigación; ahora leemos por placer y lo hacemos con amor…
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5 Response to "J.K Rowling y Las Quimeras: ¿Qué se esconde tras las Criaturas Mágicas?"
Muy interesante el salto que haces del asunto de las Quimeras al legado de Rowling, sin perder la coherencia. Sin embargo, no encuentro ninguna relación cuando nombras el inconsciente colectivo, que es un concepto propio de las investigaciones del psiquiatra Carl Jung.
¡Bienvenido al equipo de reporteros!
¿No encuentras relación? Mmm.. A ver, en efecto el inconsciente colectivo es un concepto propio de las investigaciones del psiquiatra Carl Jung.
Jung afirmaba que los arquetipos "eran unidades de conocimiento intuitivo que existen en el inconsciente colectivo (común a todos los seres humanos), que se transmiten por los cuentos, leyendas o mitos y se manifiestan en los sueños, en las creaciones artísticas y en todas las producciones de carácter imaginativo del individuo".
Encaja perfectamente en lo quiero dar a entender: La mitología va de la mano al inconsciente colectivo. En este caso, cuando expreso que acercarse a la mitología es "investigar y descubrir algo de nuestro pasado, de nuestro inconsciente colectivo" trato de hacer ambos términos homónimos...
¡Nuevamente bastante bueno tu reportaje! Y como Padfoot dijo acertadamente: ¡Bienvenido al equipo de reporteros, Daniel!
Personalmente, pienso que cuando Jung hace referencia a la mitología, enfocándolo en el inconsciente colectivo, no lo hace en alusión al pasado, sino en lanzar una mirada profunda hacia los mitos y leyendas a lo largo de la historia humana y la cultura, para entrever las verdades del alma y entender en profundidad quiénes somos como colectivo.
Es algo que, bajo mi percepción, escapa del fenómeno del tiempo y se mantiene constante como una realidad esencial de la humanidad, ajeno a la simbología propia de una época.
Daniel muchisimas felicidades por tu post, realmente mu gusto. Me recordo a los antecedentes literários de HP. Saludos!!!
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